martes, mayo 08, 2007

Hasta siempre, Kurt

El mundo de las letras está de luto, de duelo absoluto se podría decir, pues el pasado mes falleció en Nueva York, tras diversos daños cerebrales despues de una caída, el gran Kurt Vonnegut, héroe de las letras americanas y uno de los grandes irónicos pensadores del siglo, propuesto en su momento incluso como candidato al Premio Nobel.

Pues sí, una gran pérdida en estos tiempos de alarmante sequía en lo que a talentos se refiere, máxime viendo su trayectoria intachable, que comenzó con su errónea catalogación como escritor de ciencia ficción, y muy a su pesar.



El autor de novelas de la altura de Cuna de gato, Madre noche o Dios le bendiga, Mr. Rosewater destacaría no obstante con su obra de referencia, Matadero cinco, posteriormente adaptada de modo brillante en la gran pantalla. Dicha obra, que relata su supervivencia tras sobrevivir al bombardeo de Dresde como prisionero de guerra en la Segunda Guerra Mundial, marcó su vida a todos los niveles. Así es, el resto de su obra sería también de un marcado carácter antibelicista aunque cargada de humor e ironía (buen ejemplo de ello es la impagable "Desayuno de los campeones" a mi entender su obra maestra, recomendabilísima) en la que carga constantemente contra su gobierno y su "american way of life", aspecto que reflejó en su última novela, "Un hombre sin patria", recientemente publicada en España (y una de las poquísimas editadas aquí,vamos a ver, ¿por qué están descatalogados la mayoría de sus libros?. Y es más ¿por qué no está traducida ni la mitad de su obra?.)

En fin, sirva este post como pretexto para recomendar a este gran escritor, de un tremendo oficio literario, que fue capaz de transmitirnos lo aparentemente sencillo con una perspectiva de estrecha intimidad con nosotros, los lectores. Así fue.

miércoles, febrero 14, 2007

Para dárselas de entendido...

Mucha gente me pregunta cómo puede hacer para no quedarse en fuera de juego cuando en una conversación sobre la historia del rock se plantean temas que desconoce.

Dicho de otra forma: a veces se generan debates en los que queremos intervenir, pero por no saber qué disco grabó X en qué año o qué formación destacó en tal o cual estilo no podemos opinar con la libertad que desearíamos. Así, nos quedamos al margen y debemos soportar durante horas interminables auténticos monólogos llenos de fechas, números y anécdotas que bien poco interesan; tan sólo son exhibiciones vacuas del interlocutor de turno. Es más, seguro que a más de uno le ha pasado que en ocasiones se llegan a inventar datos absurdos que nos llevan a asistir a una auténtica sucesión de disparates sin límite.

Bien. Hace años descubrí un artículo muy gracioso que pone al descubierto las carencias de muchos críticos o de esos supuestos entendidos que al final disponen sólo de eso, de datos, a veces de muy dudosa certeza. Del artículo se deduce que toda palabrería se reduce a encuadrar la música en épocas o estilos, que todo se encasilla y que cualquier clasificación hecha acaba siendo un burdo estereotipo.

De esa forma, he incluído en el apartado de comentarios el artículo completo para su consulta, simplemente para que al fin nos demos cuenta de que, al margen cualquier categorización, la música está hecha para disfrutarla y no para estudiarla.