Entonces, vamos al grano...
Ya sabemos lo de Burroughs, el autor capital de la Generación Beat (quien aún no se haya leído el libro aún está a tiempo), pero falta el componente musical en forma de "Soft Machine" -vamos, traducción directa de la obra- grupo inglés, en inicio psicotrópico, de los años 60.
La historia dice que los animaliños pidieron previamente al escritor, mediante conversación telefónica, su aprobación y consentimiento para ceder el uso del título del libro ya referido como nombre del grupo, algo a lo que accedió Don William, quién sabe si por estar en otra dimensión espacio-temporal o porque realmente le importaba bien poco lo que hicieran unos tarados ingleses con sus textos.
Claro, lo que no sabía es que los pobres se iban a convertir en uno de los grupos de referencia del jazz rock mundial, quizá los que con mayor determinación definieron el género, siendo todavía hoy banda de enorme influencia para musiquillos y musicazos, que de todo hay en la viña del señor.
Soft Machine (El grupo) - Que nadie sonría, que perdemos credibilidad...
Aunque lo más interesante de todo son sus orígenes como banda, ahí te quería yo ver. Dejando de lado lo del nombre, que ya está claro, los miembros del grupo comenzaron a experimentar allá por el año 1966 con el art rock, el jazz y la psicodelia, y se les ocurrió la idea de hacer música para la mente en lugar de hacer música para el cuerpo. Los iluminados que se reunían semanalmente en Canterbury (England) para hacer música eran Robert Wyatt (Batería y voz) Mike Ratdlege (teclados), Kevin Ayers (bajo) y Daevid Allen (guitarra), y de hecho en sus inicios fueron feroces competidores de Pink Floyd como reyes del underground, ahí es nada.
Tras telonear a Jimi Hendrix en su gira de 1967 por EEUU (estos tíos se codeaban con lo más granado de la época) pasaron a grabar su primer disco, titulado "Volume 1", semilla fundacional de la llamada "Escena de Canterbury", como trío y ya sin Daevid Allen. Sólo por unos pocos meses en 1968, Soft Machine volvio a ser un cuarteto con la incorporación del futuro miembro de The Police, el guitarrista Andy Summers, aunque este no llego a acoplarse al grupo, que rapidamente volvio a ser un trio.
En los siguientes conciertos de la gira de 1968 se llamó a un viejo amigo de Wyatt, Hugh Hopper, bajista notablemente mejor que Kevin Ayers y con el que grabaron su segundo album "Vol. 2" (1969), sumergiendose definitivamente en territorios jazzy para irse alejando poco a poco del pop. El órgano distorsionado de Ratledge asi como la imaginativa forma de tocar la bateria de Wyatt y sus vocalizaciones con ecos y delays se constituyeron en elementos claramentes demostrativos de lo que era la banda, encerrándose a veces en un surrealismo algo inaccessible para la audiencia convencional del pop/rock de la epoca.
En su tercer LP "Third" de 1970 (no eran muy originales en eso de poner títulos, no), los ejercicios instrumentales estaban al orden del día, eran ya un grupo decididamente jazzero y seguían la onda del "Bitches Brew" de Miles Davis, aunque europeizándolo. Durante la gira de presentación incluso usaron una sección completa de metal pero, como no podían pagarla, sólo el saxofonista Elton Dean (recientemente fallecido, y que inspiró el nombre a Elton John) se quedó con ellos.
Tras grabar en 1971 un cuarto álbum, titulado "Fourth" (cómo no) se produjo la marcha del baterista Robert Wyatt, y el grupo comenzó su lento declive. Sin su humor irónico ni su voz, Soft Machine se limitó a cumplir el expediente hasta llegar a ser una burda caricatura de sí mismos. Por su parte, Ratledge y Hopper mantuvieron a la banda funcionando de la mano de otros musicos, siempre ligados al caracter libre y de fusion de sus integrantes originales, aunque poco más tarde en 1973 Hopper abandonó la banda y Ratledge, el ultimo miembro original, decidió irse en 1976.
Poco queda más que decir, para los interesados en el sonido Canterbury (recomendabilísimo para expandir fronteras musicales y abrir poros espirituales) pueden consultar la excelente página http://calyx.club.fr/index.html, que bien podría haberse llamado "Todo lo que siempre quiso saber sobre la Escena Canterbury y nunca se atrevió a preguntar".
En fin, creo que puestos en situación, después de estos dos capítulos introductorios, este blog ya puede empezar a volar con criterio. Sólo queda vuestra participación, y que sea lo que Dios quiera...