Como se ha dicho hay dos etapas, casi antagónicas, en la vida de Génesis: la "Era Gabriel" (por ser su líder Peter Gabriel) y la "Era Collins" (por comandarlos Phil Collins).
En la primera etapa, Génesis fue considerada una de las referencias clásicas del género sinfónico. Surgidos a finales de los sesenta, durante la primera mitad de la década siguiente el quinteto formado por Tony Banks (teclados), Phil Collins (batería), Peter Gabriel (cantante), Steve Hackett (guitarras) y Mike Rutherford (bajo) nos dejó joyas como 'Selling England by the pound' (1973), considerado uno de los mejores álbumes progresivos de la historia, o 'The lamb lies down on Broadway' (1974), doble disco conceptual que desarrolla una historia de intensa trama existencial. Pero eso es otra historia que veremos en otra ocasión con mayor profundidad.
Génesis: los buenos. Phil con barba.
Así, tras la marcha del cantante Peter Gabriel en 1975 y del guitarrista Steve Hackett en 1977, la banda reorientó su música bajo el liderazgo de Phil Collins hacia coordenadas pop-rock, aunque en un primer momento aún con un cierto sustrato sinfónico, presente en algunos instrumentales de la época. En ese período de transición, dos álbumes como 'A trick of the tail' (1975), ya sin Gabriel, y 'Wind wuthering' (1976), el último disco con Steve Hackett, mantuvieron el tipo pero supusieron el paulatino adiós a su época dorada, paradójicamente la más creativa y brillante pero la menos reconocida en relación a la música que vendría a continuación.
Génesis: los malos, pero con más millones. Quién os ha visto y quién os ve
Collins entonces toma decididamente la riendas sustituyendo al insustituible Peter Gabriel y con '...And then there were three' (1978) hasta 'Calling all stations' (1998) comienza una serie de despropósitos musicales a cada cual más gordo, e induce al grupo a claudicar ante el mandato comercial en una bajada de pantalones sin precedentes en la historia de la música rock. En efecto, desde 'Duke' (1980) los álbumes posteriores se centraron en un pastiche pop-rock a gusto del consumidor. Sí amigos, es triste, pero la época del triunfo comercial de Genesis se desarrolló en los discos 'Abacab', 'Genesis', 'Invisible touch', 'We can´t dance', y los directos 'Three sides live' y 'The way that we walk' (I y II). Collins, quién dedicó buena parte de los ochenta a producir canciones melosas e innecesarias para el deguste de los yuppies más repelentes, trasladó su visión musical a su grupo madre y consignó la persitencia del rock como ilusión de rebeldía.
A partir de ahí, el paulatino peso de la carrera solista de Phil Collins precipitará su marcha tras la gira de 'We can´t dance'. Tras la partida del ínclito en 1996, Banks y Rutherford intentaron seguir en la brecha con el cantante Ray Wilson sacando "Calling all sations" (su disco menos inspirado, sin duda), con escasa repercusión comercial, así que deciden claudicar y poner fin a la historía.
En fin, como conclusión: es conocido que algunos músicos de los sesenta y setenta han tenido una buena vejez, y en ciertos casos incluso han mejorado sus composiciones. Algunos rebajaron drásticamente su calidad pero siguieron dignamente hacia adelante, y otros músicos (como el caso que nos ocupa) fueron mermando su estilo y nivel musical hasta límites absurdos, siendo imposible identificar la música que hacían anteriormente con lo que realizaron. Qué le pasó a Phil Collins por la cabeza para llegar a olvidarse de un pasado tan importante como batería del grupo Génesis en los setenta es algo que dista de nuestro entendimiento, ya que Phil destruyó primero al grupo (haciendo de su etapa de los ochenta totalmente prescindible) y luego se destruyó a él mismo.
¿Esto es todo? No. En los últimos días Génesis han confirmado que se reúnen en 2007 para una serie de conciertos destinados a nostálgicos, aunque repasando sólo su etapa ochentera. En fin, recemos para que no pasen cerca de aquí. Por el bien de nuestros bolsillos y nuestros oídos.